Este jabón de aspecto rudimentario e incluso tosco, os sorprendería por su intenso aroma y su extremada suavidad al tacto.
Los componentes son aceite de oliva extravirgen, anis en grano y clavo. El aroma es aceite esencial de sándalo.
El clavo, especia que ya en el año 260 AC los chinos utilizaban como remedio contra la halitosis, procede de Oriente y tiene muchísimas propiedades medicinales y culinarias.
Destacar sus propiedades anéstesicas del dolor y antisépticas, siendo utilizado en el tratamiento de la malaria y la tuberculosis.
Su aroma es intenso y envolvente.
El aceite esencial de sándalo procede también de Oriente, tiene propiedades reconocidas como afrodisíaco y relajante.
El sándalo tiene una rica fragancia balsámica, dulce cálida y aterciopelada, con notas de madera delicada. Tiene reputación como un aceite lujoso y exquisito.
Todo ello confiere a este jabón un placer para la ducha, rodeada del misterio y encanto del lejano Oriente.
Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.
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